Partiendo de la parte baja de la ciudad, fuera de las murallas, está la iglesia de Santa Agnese con su portal gótico original (XIV) y la fachada de Viviani (1926); la Fortaleza de los Medici de Sangallo y la puerta de Gracciano del siglo XIV restaurada por el mismo Sangallo a comienzos del 1500. Se entra al casco antiguo a través de la Porta di Gracciano. Un poco más adelante, a la izquierda se encuentra la columna del Marzocco en la Piazza Savonarola, donde podremos ver también la pequeña iglesia de San Bernardo del arquitecto Andrea Pozzo (siglo XVIII ).

Del lado derecho de la calle está el Palazzo Avignonesi Vignola, seguido por otro del renacimiento, el Palacio Bucelli en cuyo sótano se encuentran numerosas urnas amurallados y varias piedras con inscripciones etruscas y latinas. Luego viene la Piazza Michelozzo, donde encontramos la hermosa iglesia de San Agustín, con fachada de Michelozzo. En la misma plaza se puede ver la Torre de Pulcinella (de alrededor del siglo XVI.) con su máscara característica que da las horas.

Continuando la subida, encontramos las Logias del mercado y del Grano y la del Vignola. Luego, el Palacio Cervini Giuliano da Sangallo, con su característica forma de U y su patio exterior. Se llega luego al Palacio Grugni y la Iglesia de Jesús, una hermosa pieza de barroco del italiano Andrea Pozzo con su fachada rugosa. Siguiendo en línea recta por la Via dell'Opio se llega a la Via delle Farine y luego a la Via del Poliziano, donde podremos admirar la casa de este notable poeta del siglo XIV, seguido de algunos edificios del siglo XVII . Al final de la calle principal se encuentra la Iglesia de Santa Maria dei Servi (s. XIV) con estilo gótico-toscano y un importante portal artístico .
Dentro del tercer altar de la izquierda, podemos admirar una valiosa pintura de Duccio de Siena: la Virgen y el Niño.

Inmediatamente después de la iglesia se abren dos calles: una a la izquierda que es la Via de Collazzi, que desemboca en el fondo en el magnífico templo de S. Biagio; y otra a la de la derecha, que es la Via di San Donato, que corre paralela a la Fortaleza subiendo hasta el centro monumental del pueblo, la Piazza Grande. Una vez allí, estaremos en la parte más alta de Montepulciano. El primer edificio que llama la atención en la plaza es sin lugar a dudas el Ayuntamiento. Su construcción comenzó en el segundo semestre del 1300 y se ampli ó hasta mediados de la década del 1400; la reestructuración y el diseño final son de Michelozzo. Revestido con travertino, el gusto florentino se nota sea en la fachada en general que en los detalles, y tiene un notable parecido con el Palazzo Vecchio de Florencia.
En el interior, entrando por su portal, se encuentra un patio abierto con dos hermosas logias enfrentadas por dos arcos ligeramente rebajados. Es posible acceder a la torre, que ofrece una de las vistas más bellas del mundo. En los días bonitos se puede ver del lado de la Val di Chiana, montes distantes como el Catria, el Sibillini, el Cimone, y los picos más altos del Gran Sasso y, más allá de los picos pre-apeninicos, Perugia, Asís y Subasio ; del otro lado del monte Amiata, la Val d'Orcia, Pienza, Monticchiello y en la distancia, en los días claros, las torres de Siena. Se puede admirar a los pies de los Apeninos, el largo tramo del Lago Trasimeno con sus islas, y dos lagos importantes: el Lago de Montepulciano y el Lago de Chiusi.

Los otros edificios de la plaza son: la fuente del Pozo de los Griffin y el Palacio de los Leones del Capitán del Pueblo, uno de los ejemplos del arte gótico que se mantuvo en Montepulciano. Poco después se llega al Palazzo de Sangallo y frente al Ayuntamiento se encuentra el Palazzo Contucci (también de Sangallo), con el último piso de pino de Baldassare Peruzzi; por último, la Catedral, en el interior de la cual hay un tríptico de Taddeo di Bartolo de Siena.

Hacia la derecha y continuando por la Via Ricci está el Palazzo Neri-Orselli, en puro estilo gótico-Sienés y enfrente, el palacio Ricci Baldassarre Peruzzi. Al final de la Via Ricci está la iglesia de San Francisco con un portal gótico y en la plaza de enfrente se puede disfrutar de una hermosa vista. Desde aquí y continuando por Via Poggiolo (en el extremo izquierdo) está la Iglesia de Santa Lucía, en estilo barroco del seiscientos. Finalmente, a 1 km de las murallas y en los dos extremos opuestos de la ciudad, se encuentra el Templo de San Biagio y la Iglesia de Santa Maria delle Grazie.